El vino dulce se caracteriza principalmente por contener una cantidad de azúcares procedentes de la uva superior a los 45 g/l. El modo de elaboración del vino dulce tradicional se basa en concentrar gran parte del azúcar natural que ya posee la uva, a través de diferentes procesos.
Muchas veces oímos que los vinos dulces son la mejor combinación para la sobremesa acompañando un postre. Lo que debemos tener en cuenta es que el dulzor característico de esta bebida puede presentarse en diferentes intensidades, por lo que no siempre será conveniente combinarlo con un alimento dulce.
Aquí te traemos opciones de platos con los que podés combinar un vino dulce:
Queso Azul
Los vinos de dulzura más intensa pueden ser acompañados con queso azul. Esto se debe a que el dulzor del vino equilibra el fuerte sabor del queso, haciéndolo más cremoso.


Mariscos
Los mariscos como las almejas o langostinos son una gran opción para combinar con el vino dulce, ya que no anula el sabor del plato, a diferencia de algunos vinos tintos.


Pollo
Un estofado de pollo o un pollo asado maridan muy bien con el vino blanco ligeramente dulce y frutado. Es un acompañamiento ideal porque envuelve e intensifica el el sabor de la carne de pollo.


Espárragos
Los espárragos son un alimento que muchas veces se condimenta con vinagretas; ante esto, los vinos dulces son un acompañamiento ideal porque evitan la aparición de sabores metálicos y ácidos que sí se presentan con algunos vinos tintos.


Pastas
Las pastas son excelentes compañeras de los vinos dulces, especialmente las preparadas con cremas suaves.


Ahora ya sabes, no debés esperar el momento del postre para deleitarte con un buen vino dulce.