Aunque parece sencillo, el mundo del servicio es complejo y conlleva secretos y recomendaciones. Te invitamos a conocerlos.
Tanto para el consumidor más exigente como para los profesionales de este rubro, existen algunas reglas que deben respetarse en el servicio de vino.
Aquí te contamos de qué se trata este “reglamento” que muchos siguen al pie de la letra.
- No es recomendable servir poca cantidad de vino: perderá temperatura rápidamente y no se llegarán a apreciar sus aromas. Si se trata de vinos blancos, se permite servir menos cantidad para que no se caliente en la copa.
- No se debe llenar la copa desmedidamente. De hacerlo, el vino se calentará rápidamente y no quedará lugar para apreciar sus aromas. Tampoco permitirá darle movimiento a la copa para descubrir los aromas secundarios del vino y podría derramarse todo.


- La copa siempre se llena hasta su línea del Ecuador. Se trata de la parte más ancha del cáliz; lo que deja una copa servida, aproximadamente, a 1/3 de su capacidad. De esta manera, se podrá apreciar el vino en su totalidad, el aroma, el color y el sabor: además la temperatura se conservará correctamente.
- Utilizar cortagotas. Para evitar derramar vino al servirlo – y manchar etiqueta, manteles, etc.- es ideal usarlos. Existen cortagotas rígidos y flexibles; todos muy cómodos, regulables y de fácil limpieza.