Bag in Box: un envase que revoluciona la industria.

La industria del vino continúa innovando y ya son varias las bodegas argentinas que han optado por este envase. Sin embargo, todavía no tiene el visto bueno de todos los consumidores.

¿De qué trata este tipo de envase?

El Bag-in-Box nació allá por los años 50 en Estados Unidos. William R. Scholle fue el primero que lo dio a conocer 1955. En un principio no estaba destinado a contener productos alimentarios, sin embargo, se dieron cuenta de las ventajas que aportaba para envasar algunos productos líquidos, como la leche. Se trata de  un formato de caja de cartón de capacidad variable, compuesto por la misma caja de cartón, una válvula a modo de grifo para dispensar el vino y, en el interior de la misma, una bolsa de polietileno interna y multicapa externa que envuelve y protege el vino.

Ventajas

Si bien en Argentina aún no tiene el visto bueno de una gran mayoría, las ventajas de este formato son varias, ya que ofrece una excelente relación calidad-precio. Es bastante económico para el consumidor, de carácter ecológico en cuanto a reutilización y evita utilizar vidrio. Además tiene capacidad de resistencia frente al vidrio ante roturas y buenas propiedades de conservación del vino por la opacidad y el cierre hermético. Y por sobre todo esta comprobado que el sabor del vino no cambia, ni tampoco sus propiedades.

Algunas opciones en el mercado, con muy buena relación precio- calidad son: La Iride, Las Perdices, Trapiche y Piedra Negra. Estas bodegas ofrecen diferentes varietales, así como blends, tintos o blancos.

Es una opción práctica y económica que puede regular el consumo de quienes no desean abrir una botella para una sola copa, aunque también es una buena opción para eventos populosos.

AYUDAME COMPARTIENDO

Share on facebook
Share on twitter
Share on linkedin
Share on pinterest
Share on whatsapp